Destrozados

     Central Córdoba cayó 4-1 de local ante Argentino de Merlo cuando se había puesto en ventaja con el tanto de Guido Gardeano. El árbitro colaboró en el empate del rival, el Charrúa se desordenó y concluyó destruido anímicamente

     Las explicaciones para lo ocurrido anoche en el Gabino Sosa serán diversas, pero todas llegarán a la conclusión de que Central Córdoba acumula más derrotas que victorias jugando de esta manera. La apertura del marcador de Guido Gardeano a partir de un penal en el complemento dio la espontánea ilusión del triunfo, que al minuto se vio perjudicada por la interpretación del árbitro, lo que derivó en la igualdad parcial de Argentino de Merlo. Producto de ello, el Matador dejó espacios en el fondo para ir a buscar los tres puntos y terminó padeciendo una inobjetable goleada del rival, muy eficaz frente al arco.

     Ya desde el primer tiempo se vislumbraron inconexiones entre la última línea del Charrúa y los futbolistas más adelantados en la cancha. Los defensores quedaban mano a mano, los extremos no colaboraban demasiado y tampoco inquietaban en zona ofensiva. Sólo Gardeano era el que le daba un mejor trato a la pelota y Cristian Sánchez con sus movimientos indescifrables, aunque no consiguieron causar tanta peligrosidad en la meta de Rodrigo Ponce.

     Pato avisó a los 3' minutos con un disparo cruzado que no cargó precisión, mientras que al instante se equivocó Renzo Funes en la salida y le cedió el balón a Gustavo Britos, quien pateó incómodo a las manos de Andrés Angelini. Pero la más clara de los de Mario Ovando llegó a los 10', con un remate recto y de larga distancia de Gardeano que hizo arrojar al portero de Merlo para poder despejarla y, en el rebote, la tomó Alejandro García, tiró el centro al área para un Pato Sánchez que llegó con mucha velocidad, cabeceó al travesaño y la esférica picó de la línea de gol para dentro de la cancha. Igualmente, el juez de raya había sancionado una supuesta posición prohibida del extremo izquierdo.

     Al minuto, salió un pelotazo de Ponce que agarró mal parada a la defensa de Central Córdoba y encontró bien posicionado a Diego Celis, que disparó cerca de la portería. Sánchez era el único movedizo arriba, pero priorizaba jugar a la individual ante las fallas en los pases de sus compañeros y un Lalo aislado en el área, actuando en un lugar que no le es beneficioso y luchando físicamente con sus marcadores. Además, se repetían los errores en el fondo. Vella salvó en la línea tras un tiro libre que nadie pudo despejar, en tanto que Nicolás Di Santo se la entregó a Jonathan Duche y el mediocampista tiró cruzado, cerca del arco.

     Antes del entretiempo casi convierte Argentino de Merlo, cuando a los 37' corrió por derecha Britos, envió el centro alto que no llegó a cabecear con comodidad un solitario Duche por su banda izquierda y la mandó a las nubes. 

     La segunda parte comenzó aburrida y tediosa. Aunque lo positivo fue que el Matador dominaba la pelota en los pies de Diego Díaz y Gardeano, quienes empezaron a juntarse y posicionaron a su formación más adelantada en el terreno de juego. Recién a los 24', el ex Newell's se la picó para Pato, quien dentro del área se dirigía a meta y una mano de su marcador derivó en el penal. Tras las clásicas discuciones, el Gringo pateó seco, fuerte y al medio, imposible para Ponce, y puso 1-0 arriba en el marcador al conjunto dirigido por Ovando.

     La alegría duró muy poco. Al minuto, Di Santo saltó lícitamente a cabecear junto a Britos, pero el árbitro interpretó que el juvenil lo chocó en las alturas y cobró pelota parada a centímetros del área grande. Así, Celis la colocó por encima de la barrera y al ángulo, inaccesible para Angelini. La falta, inventada.

     A partir del  empate, el Charrúa arriesgó adelantando a sus jugadores, y esta vez tampoco funcionó. Más allá de un zurdazo de Gardeano que se esfumó por muy poco, el Matador no generó más con la igualdad parcial, quedó expuesto en el fondo y lo sufrió. A los 36', Celis trepó por derecha, centro al medio y gol de Martín Ávalos. Cinco minutos después, Damián Villalba fusiló al guardameta y en el tiempo adicionado apareció nuevamente Celis para decretar el 4-1 definitivo en el Gabino Sosa. Una chilena y otra arremetida del ingresado Jonathan Radice sobre el final fue lo que mostró el elenco de Barrio Tablada.

     Mazazo y otro golpe de realidad para Central Córdoba. Más allá de la salida de Marcelo Vivas se mantiene una idea futbolística que no combina con la categoría y no logra dar réditos para el club. Cada uno con sus herramientas lo ha intentado y no ha obtenido más que dos triunfos de 14 encuentros en la Primera C. En esta divisional en la que gana el que apuesta al pelotazo para el lungo centrodelantero y se resguarda con 10 hombres, el Charrúa sigue intentando jugar por el piso y cada vez llega menos al arco. "Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener diferentes resultados", A. Einstein.

     Material en el plantel, hay. Buenos jugadores, otros que suplantan su juego con garra y corazón, y otros que combinan ambas cosas. Vivas no supo cómo sacarles provecho y los malos resultados terminaron de despedirlo de la institución. Actualmente es Ovando el encargado de conseguir acomodar a sus dirigidos en la cancha y no cabe dudas que trabaja intensamente, y lo seguirá haciendo para cambiar la imagen de este equipo, que terminó destrozado anímicamente, porque muchos sienten un profundo dolor de ver a Central Córdoba lejos del objetivo imaginado. Es tiempo de amoldarse a la Primera C.

     El día lunes en Pura Pasión por La Red Rosario FM 102.7 desde las 21 podrás escuchar las declaraciones en caliente de Daián Vocos, muy crítico contra el árbitro, y la palabra de Gardeano acerca del estado anímico del grupo.

SÍNTESIS DEL PARTIDO (Ficha estilo Olé Ascenso)

Foto: Francisco Orlandi

Por Germán Casagrande (@German_Show)