Naranja ácida

En un partido prácticamente ganado, Central Córdoba dejó escapar dos puntos valiosos frente a un Berazategui que apareció recién en el complemento. Nuevamente Marcelo Zaen fue el autor del gol Charrúa.

¿Se aflojó la soga que el Charrúa tenía al cuello? Es que si bien el día anterior el Matador había recibido la grata noticia de que su permanencia en la divisional estaba asegurada para el siguiente torneo, la necesidad de ganar no se esfumaba por completo. Y por ello mismo, debía salir a buscar los tres puntos frente a un Berazategui que también estaba salvado y que además esta en la pelea por el ascenso.

En general el partido se vio divido en dos facetas, una conformada por el primer tiempo y la otra por el complemento. Ambas fueron bastante distintas entre sí y tuvieron al local y al visitante como protagonistas respectivamente. 

Incluso su desempeño durante el capítulo en el que llevaron la pelota fue bastante diferente. Mientras que el elenco de Tablada buscó más el arco rival, no siempre con mucha efectividad, el conjunto naranja se ocupó de conservar la pelota e ir arrimando al Matador contra su arco pero sin recurrir a muchos disparos.

Por eso, los dirigidos por Oscar Santangello llegaron al gol relativamente rápido. Mediante una gran jugada colectiva que finalizó en un centro de Cristian Vella, que valga la mención recibió una camiseta enmarcada por sus 150 partidos con la Azul, que Adrián de León bajó en el área para la entrada de Marcelo Zaen por la banda derecha. Como es habitual en el lateral, desenfundó un remate potente y letal que sólo pudo ser detenido por la red del arco de Berazategui.

En lo que al resto de los primeros 45' se refiere, el Charrúa tuvo más oportunidades para ponerse en ventaja a través de Cristian Sánchez, Juan Fernández y el mismo Zaen. Asimismo, el Naranja intentó llegar al arco custodiado por Facundo Mus pero nunca lo hizo con verdadero peligro de gol.

El complemento fue otra historia muy distinta. Con el correr de los minutos, la visita fue arrinconando a un Central Córdoba que gradualmente fue retrocediendo hasta quedar algo expuesto a los intentos de ataque de su rival. 

Sin embargo, el partido se fue desarrollando con normalidad hasta el tiempo cumplido, que fue cuando comenzó el verdadero sufrimiento para el Matador. Primero lo peor, un cabezazo inatajable de Gutiérrez en el área finalizó en el fondo del arco Azul y le otorgó un punto que parecía imposible al conjunto de Philipp. Y para colmo, la última del partido fue un remate del ingresado Pombo que reventó el palo derecho de Mus y que por poco no dejó con las manos vacías al equipo de Santangello.

En resumen, Central Córdoba repitió lo hecho en partidos anteriores donde tuvo un tiempo muy bueno y otro regular tirando a malo. Por otro lado, si bien al torneo no le resta mucho, es importante seguir sumando además de ir recuperando la confianza perdida por la mala racha.

Foto: Santiago Fraga

Franco Scarafía (@Franqo_CC)

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