Un 10 para Córdoba

     El Matador venció agónicamente por 2-1 a San Martín de Burzaco en el Gabino Sosa y lleva acumulado diez encuentros invicto. Fernando Resler y Lucas Moya anotaron para mantener al Charrúa como escolta de este torneo

     Luchó hasta el final, atacó en todo momento, no bajó los brazos bajo ninguna circunstancia y nuevamente mostró la chapa de candidato que posee este Matador de Tablada para buscar el tan ansiado ascenso. Central Córdoba pudo festejar sobre el cierre del cotejo tras derrotar 2-1 a San Martín de Burzaco en el Gabino Sosa y con un agónico gol de Lucas Moya, otra vez determinante ingresando desde el banco. Previamente, Fernando Resler había puesto la ventaja al Charrúa, que supo reponerse al increíble empate parcial del rival. Así, los de Ariel Cuffaro Russo no le pierden pisada al puntero Argentino de Quilmes.

     El encuentro ante los de Cristian Ferlauto se puede analizar dividiéndolo en dos partes. Por un lado, desde el comienzo hasta los 25' del primer tiempo, el visitante sorprendió y claramente dominó las acciones. Sin embargo, a partir de los 25' hasta el final del partido fue todo de los de Tablada, con innumerables situaciones para anotar, principalmente en el complemento, y con llegadas desde todas las aristas. Y en la mayoría de ellas el protagonista fue Fernando Resler, autor del tanto inicial e indiscutible figura del cotejo, peleando y ganando todas las pelotas divididas, y hasta habilitando para el gol del triunfo.

     De arranque, San Martín pisó fuerte en el Gabino Sosa y, a base de precisión en sus pases, se adueñó del mediocampo y tuvo las suyas para marcar. A los 4', David Ledesma le ganó en velocidad a los zagueros y disparó de lejos, enviando el balón cerca del palo derecho. En tanto que a los 11', también volvió a molestar con un remate que se desvió en Alfredo Resler y pegó en la parte posterior de la red. Y a los 17', Jorge Coría lanzó un centro pasado desde la banda izquierda para un Maximiliano Torres que probó con un potente cabezazo que salió cerca.

     Los de Burzaco estaban muy seguros con su juego y el Azul no podía entrarle. Hasta que a los 27', la viveza y experiencia de Cristian Vella, sumadas a los trabajos en la semana, dieron sus frutos para la conversión del primer gol del partido. De espalda al arco rival y por el carril derecho, el Tano se dejó caer ante un tibio empujón de su marcador y el árbitro cobró infracción. Producto de ella, los jugadores pusieron en práctica una jugada preparada de los entrenamientos, para así lanzar un centro preciso a la cabeza de Alfredo Resler, quien se la dejó servida a su hermano que, con su pierna menos hábil, puso el 1-0 del Matador.

     Con la ventaja, Central Córdoba empezó a hacerse amo y señor de la posesión de la esférica y sin sufrir sobresaltos en la última línea. Pudo aumentar la diferencia con un disparo de Ezequiel Amilivia que tapó el arquero y sólo fue inquietado en un córner, desde donde Torres puso la testa y tiró la bocha afuera.

     Con tranquilidad se iban al descanso con el 1-0 a favor del Charrúa. Damián Rubino se estaba llevando el silbato a la boca para pitar el final de la primera etapa. Pero quedó lugar para un leve remate rasante de Marcelo Ricci con destino a Juan Cruz Leguizamón, que se preparaba para acostarse sobre la pelota. Sorpresivamente, el balón pasó por debajo de él y cruzó lentamente la meta. Increíblemente, gol de San Martín de Burzaco e igualados al entretiempo.

     Pero en los instantes iniciales del complemento, el arquero se reivindicó y sobre el cierre también fue responsable de la victoria. A los 3', despejó un disparo del autor del gol y a los 14' contrarrestó una falla de la defensa, ganando en un mano a mano a Torres. Además, a los 37' volvió a exponer su importancia en el arco tras tapar el tiro de Ricci. Leguizamón tuvo un error irrefutable, pero supo reponerse para salvar su portería y aportar para el triunfo.

     Entre medio de estas intervenciones, pasaron alrededor de 20 minutos en los que Central Córdoba generó muchísimas situaciones de gol y también logró que Fernando Resler hiciera que la afición se tomara la cabeza en infinidad de oportunidades. El Tanque peleó todas las pelotas, saltaba más que cualquiera, se tiraba al piso y se levantaba para seguir, se metía entre los centrales, empujaba, molestaba y pateaba al arco. Más allá de errar, por su esfuerzo y su ingenio en el gol de la victoria, se convirtió en la indudable figura del encuentro.

     A los 21', el Melli la bajó de pecho y probó con una tremenda volea que dejó parado a Scurnik que, afortunadamente para él, hacer vista le alcanzó. Luego, creó una pared con Gerardo Pérez en el área y pateó muy fuerte a las manos del arquero. Cinco minutos después, Juan Fernández le dio de media distancia, el balón rebotó y le cayó a un lanzado Fernando Resler que, de cabeza, exigió al guardameta. También desvió un centro de Lucas Moya, que se escapó por poco.

     Y eso no es todo. A los 31', recibió un codazo para sancionar penal, Rubino se hizo el zonzo y entendió simulación. Al rato, sacó provecho de una mala ejecución de un tiro libre a favor y disparó rasante al arco, mientras que volvió a realizar una combinación, esta vez con un Enano que se la picó a su marcador y el Melli intentó hacer lo mismo con el portero, que le volvió a ganar la batalla.

     Pero como veía que no iba a poder volver a anotarse en el tanteador porque parecía como que si el destino no quería que hiciera otro gol, Fernando Resler recibió en la medialuna del área, hizo unos exquisitos amagues para confundir a los defensores y se la entregó al Cata que entraba al área y, de zurda contra el palo, definió y le dio los tres puntos a Central Córdoba y la agónica alegría para el público de Tablada, que despidió de la cancha con aplausos a sus futbolistas.

     Más allá de los destacados del Matador en este partido, también hay que subrayar el seguro trabajo que exponen Cristian Cuffaro Russo y Alfredo Resler en la zaga, en conjunto con los aportes de Lalo para ser salida por la banda zurda, como así también la regularidad del Leche, que se las tuvo que arreglar como volante derecho en esta ocasión, pero sigue siendo una carta de gol a considerar. También Sebastián Piccardo, a quien se lo vio en todo momento pidiendo la pelota para jugar, sin esconderse y exhibiendo toques de calidad. Además, el silencioso laburo de Brian Meza para ser relevo, correr, hacerse cargo de algunos balones detenidos, que lo deja extenuado al finalizar cada duelo. Y tampoco quedará fuera Leguizamón, que se mandó un macanón como los ha tenido en aquel Central Córdoba que ascendió, pero que con su experiencia se reivindica y resulta vital para la obtención de puntos para el club.

     De esta manera, los de Ariel Cuffaro Russo acumulan diez partidos sin conocer la derrota y continúan siendo escoltas a sólo una unidad del puntero, Argentino de Quilmes. La próxima semana deberán visitar a Dock Sud, hasta el momento, pactado para el sábado en el conocido y particular horario de las 11.

SÍNTESIS DEL PARTIDO

Foto: Ricardo de Charrúa Soy

Por Germán Casagrande (@German_Show)