Mate amargo

     Central Córdoba fue un concierto de errores defensivos y cayó con total justicia por 4-2 de local con Argentino de Quilmes. El Charrúa está muy lejos del objetivo y, para colmo, Martín Mustachi es baja por un mes

     El elenco de Marcelo Vivas no hizo pie en el Gabino Sosa y terminó perdiendo otra oportunidad de resurgir, pensando en un ascenso que cada vez parece más lejano a lo que la realidad hoy indica. En la tarde de ayer, el Matador sucumbió por 4-2 contra Argentino de Quilmes en un partido que se abrió producto de una pérdida de marca en la pelota parada y que culminó con errores fatales en la última línea, además de que el Charrúa volvió a desperdiciar situaciones claras que después se lamentaron. En síntesis, Central Córdoba pateó siete veces al arco y sólo convirtió dos goles, mientras que el Mate ejecutó cuatro tiros a la meta rival y no falló ninguno. Ante cualquier duda, consulte al resultado final.

     La primera jugada del cotejo evidenció nuevamente los problemas para definir. A los 2' minutos, Diego Villagra dejó solo a Ezequiel Amilivia en la puerta del área que, en vez de rematar, el Leche intentó amagar al portero que desde el piso manoteó el balón. Esto se sufrió al rato. Y por duplicado.

     A los 7', los de Quilmes aprovecharon una nueva desconcentración del Matador en la pelota parada y no perdonaron. El tiro de esquina cayó cerca del área chica para un Matías Correa sin marca que cabeceó con demasiada tranquilidad y abrió el marcador. Y eso no es todo, porque dos minutos más tarde, Sergio Marclay sobrepasó con mucha facilidad a Carlos Rojas en dos ocasiones de forma consecutiva, quedó frente a Leonel Poropat y con un derechazo amplió las diferencias en el tanteador.

     Cristian Vella subía constantemente y su retroceso no alcanzaba para cubrir el espacio correspondiente, lo que dejaba muy expuesto al zaguero con pasado en San Martín de San Juan, que tuvo una tarde para el olvido. Por el otro sector, Matías Fernandez no era enfrentado y Leandro Carubini pasaba muy poco en un equipo que en 10' minutos perdía de local. Además, se lo notó muy incómodo a Dalcio Medina por el lado izquierdo en este partido, al no tener un lateral que le suba y/o un tercer punta como lo venía haciendo Martín Mustachi para asociarse. Por ello, el hábil volante salió en el entretiempo por mal rendimiento en este duelo.

     Retomando con las acciones del encuentro, a los 12' fue Medina quien falló dos mano a mano ante Adrián Leguizamón. Central Córdoba generaba, pero sus propios futbolistas eran los que desperdiciaban las situaciones. Sin embargo, el Gitano se hizo cargo de un tiro libre que lanzó con tal precisión para que Fernández la empujara a la red y descontara.

     Con el empuje anímico que dio el gol, los de Vivas fueron para adelante soñando con la remontada. Lamentablemente, otro error en la última línea que tuvo como protagonistas a los dos centrales, acabó con el tecer tanto de la visita. Marclay apareció solo por izquierda, lo encaró a Rojas y otra vez lo superó hasta meterse dentro del área, desde donde Fernández metió la pierna de más y el árbitro sancionó penal. El Parajo puso el 3-1.

     Palo a palo era el partido. Emoción al máximo para cualquier espectador neutral de un enfrentamiento de la Primera C. Y aún más cuando a los 28', Medina puso en práctica esa habilidad que lo caracteriza y desde el centro de la cancha asistió a Amilivia, que quedó solo frente al arquero Leguizamón y con un derechazo achicó distancias en el marcador.

     A partir de aquí, Oscar Santangelo ordenó a sus dirigido a retroceder en el campo de juego y apostar a las contras de Marclay, que se hacía un festín actuando como extremo izquierdo. Igualmente, el mal estado del campo de juego influenciaba en la imprecisión de los defensas del Mate, que hacía aparecer a Cristian Sánchez muy picante en ofensiva, moviéndose de acá para allá, más el impecable rendimiento del Tero, relevando a todos sus compañeros y entregando correctamente la pelota. Pero el equipo no terminaba bien ninguna jugada, Mustachi no se asociaba y, para colmo, se retiraba lesionado antes del entretiempo por un desgarro muscular en la zona de las costillas. Cerca de un mes inactivo.

     En el complemento entró Renzo Funes para ordenar ese mediocampo intrascendente por el que prácticamente no pasaba la esférica, o era trasladado ineficazmente. El volante central mostró el desgaste físico y sacrificio que acostumbra exhibir, además de un primer pase correcto. 

     Al minuto, Pato se pasó a varios, se la entregó al Leche quien definió de zurda por arriba del travesaño, luego de un leve desvío del arquero. En el córner, Sánchez tiró la bocha al área y casi convierte la visita en su propia meta. Ni la fortuna está del lado de los de Tablada. Además, tras un nuevo tiro de esquina, Jonathan Radice quedó en la misma situación que Correa en el primer tiempo, pero acá el delantero la mandó de cabeza a las nubes.

     Pasaba el tiempo y los de Santángelo ya no atacaban. El Charrúa jugaba la pelota de acá para allá, pero no lastimaba. Salvo a los 18', con un fortísimo disparo de Villagra que se estrelló en el parante superior. Sánchez se movía incansablemente por todo el frente de ataque, el Tano subía por derecha, Funes ordenaba por el centro, pero esto no alcanzaba. Asimismo, se notaba como algunos jugadores no daban más físicamente.

     Para liquidar el partido, Cristian Alessandrini le sacó varios cuerpos de ventaja a un Carubini casi acalambrado, se encontró cara a cara con el Polaco y dio el pase atrás para que Marclay asegurara el 4-2 definitivo. Después, los de Vivas probaron con tiros lejanos de Brian Calabrese y Sánchez, producto de los pocos espacios que dejó la visita sobre el cierre.

     Sin réditos ni tiempo para más, Damián Rubino dio el pitazo que decretó una nueva derrota y otro mazazo para el Matador, que sigue evidenciando los mismos errores en todas las líneas. Vella es trascendente en ataque y defensa, pero no cuenta con la rapidez para hacer ambas cosas. Rojas no ganó una y en los últimos instantes se lo notaba descolocado y perdido en el verde césped, mientras que Carubini terminó en una pata. Diego Díaz no pudo desplegar su juego, porque da un pase y la pelota da saltitos en el flojo terreno del Gabino Sosa, además de no haberse podido juntar nunca con un Medina incómodo por izquierda. En ofensiva, Amilivia convierte una de muchas, y eso el equipo lo padece.

     Los destacados fueron, sin dudas, Villagra y Sánchez. El Tero se corrió toda la cancha literalmente, colaboró ante las subidas de ambos laterales y se dio tiempo también para dar asistencias de gol. En tanto que Pato trabajó intensamente por todo el frente de ataque y fue lo más peligroso que mostró Central Córdoba. El que ingresó bien fue Funes, que a partir de ahora será difícil sacarlo del once titular por la marca y el juego que aporta. Para replantear este esquema del 4-3-1-2 sin Mustachi y con un incómodo Medina por izquierda, más la ausencia de un centrodelantero definidio. Y se aguardará la decisión de Vivas para el fondo, a partir de los flojos rendimientos y con un jugador regular en el banco como Daián Vocos, que explota sus habilidades marcando y trepando por la derecha.


SÍNTESIS DEL PARTIDO (Estilo Olé Ascenso)

Foto: Magia en una baldosa

Por Germán Casagrande (@German_Show)